México, Honduras, Colombia, Guatemala y Ecuador solicitaron la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para frenar la “política cero” que implementa el gobierno del Estados Unidos, y que ha provocado la separación de 2 mil niños de sus padres migrantes.
Las defensorías de Derechos Humanos de estas naciones solicitaron medidas cautelares para que Estados Unidos interrumpa la práctica de separar familias, al considerar que se coloca a la niñez en una situación de vulnerabilidad agravada, y los expone a ser víctimas de violencia, trata de personas, daños sicológicos y emocionales.